Don Quijote para la juventud

La literatura tiene un poder increíble para conectar a personas de diferentes épocas y lugares a través de historias que reflejan lo que significa ser un sujeto humano. Una de esas historias increíbles es «Don Quijote de la Mancha» del autor español, Miguel de Cervantes. Publicada en 1605 (la primera parte), la obra sigue siendo muy relevante para los jóvenes de hoy.

En primer lugar, me gustaría tocar el asunto de la identidad y el descubrimiento propio. La etapa de la juventud se trata de descubrir quién eres y cuál es tu propósito en la vida. Don Quijote, con su sueño de ser un caballero andante, representa esa búsqueda constante de identidad. Aunque ya don Alonso Quijano era un señor mayor de edad, los jóvenes pueden identificarse con sus ganas de encontrar su lugar en el mundo, incluso si sus sueños parecen locos para los demás. En un mundo del Quijote donde nadie entiende como él no se da cuenta de las cosas en la realidad, su iniciativa y su deseo lo mantienen enfocado en una meta de seguir descubriéndose. Podríamos debatir luego si en efecto ese camino que tomó Don Quijote era el correcto o no.

Como segundo punto, «Don Quijote” no es solo una historia de aventuras, sino también una crítica de la sociedad de su época, muchas de cuyas observaciones siguen siendo vigentes hoy. La obra nos invita a cuestionar las normas sociales, a reflexionar sobre la justicia y la moralidad, y a desafiar las injusticias que todavía existen. En la novela, el personaje vive enfrentando el atropello de ciertas clases sociales y hasta de la iglesia ante otros y ante él mismo. Los jóvenes lectores del Quijote, que muchas veces se ponen del lado del protagonista, aprenden a pensar críticamente y a valorar la importancia de luchar por un mundo mejor, aunque sea comenzando por su círculo más cercano.

Otra gran área que explora la novela es el mundo de lo imaginario. La imaginación de Don Quijote convierte lo ordinario en algo extraordinario, viendo gigantes en molinos de viento y castillos en posadas. Esta manera de ver el mundo de forma diferente es una lección valiosa para los jóvenes. En un mundo dominado por la tecnología, la creatividad y la imaginación son habilidades esenciales que cada día se hacen más necesarias para rescatar. La historia de Don Quijote nos anima a ser creativos, a soñar en grande y a ver más allá de lo obvio que se ve a simple vista.

Por otro lado, la relación entre Don Quijote y Sancho Panza es un ejemplo de amistad y lealtad que se presta para explorar críticamente. A pesar de sus diferencias, ambos personajes se apoyan en sus aventuras. Esta dinámica enseña a los jóvenes la importancia de las relaciones auténticas, la lealtad y el apoyo mutuo. En un mundo donde las conexiones pueden parecer superficiales y donde el otro ha pasado de ser un rostro de carne hueso a ser un rostro o avatar creado con tecnología, la amistad genuina, como la de Don Quijote y Sancho, es un valor que sigue siendo crucial.

Enlazado al punto anterior, también podríamos hablar de la relación entre lo real y la ficción. En una generación que vive un mundo lleno de información y redes sociales, saber distinguir entre la realidad y la ficción es más importante que nunca antes. “Don Quijote» juega con esta idea, cuestionando qué es real y qué no. Los jóvenes pueden aprender a ser más críticos y reflexivos sobre la información que consumen, desarrollando un pensamiento más analítico y consciente.

Finalmente, leer «Don Quijote» es una oportunidad para los jóvenes de sumergirse en la riqueza del idioma español y en la cultura del Siglo de Oro. La obra de Cervantes no solo es un pilar de la literatura española, sino también una puerta de entrada a una época de esplendor cultural. El idioma de la tecnología occidental es el inglés, de eso no cabe duda. Pero no se puede perder la riqueza que tiene el español como lenguaje e idioma formativo, no solo de nuestras naciones presentes y pasadas, sino como el idioma que genera nuestra manera de pensar.

Así, leer el «Quijote de la Mancha» es mucho más que leer una vieja novela; es una obra que sigue ofreciendo valiosas lecciones para todos hoy. El Quijote sigue siendo una fuente inagotable de sabiduría e inspiración. En un mundo en constante cambio, la obra de Cervantes nos recuerda que los grandes sueños, la justicia y la imaginación son eternos. Creo que a todas las generaciones que se van formando les hace falta tener una experiencia, ya sea leída o escuchada o hasta representada, de esta joya de la literatura. Las grandes obras sobreviven por generaciones. ¿Estaremos haciendo lo suficiente por hacerlas llegar a ellos, los más jóvenes? No creo que estemos haciendo todo el esfuerzo.

¡Atrévete a Leer el Quijote!

Invito a todos los jóvenes a sumergirse en las páginas de «Don Quijote de la Mancha» y descubrir por sí mismos la relevancia y la magia de esta obra maestra. Porque, al final, todos llevamos un poco de Quijote y Sancho dentro de nosotros, y es en esa mezcla de sueños y realismo donde encontramos nuestra verdadera esencia.

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Alexis León
Alexis León

Enseñar es mi pasión y la tecnología es mi medio favorito.

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